Silvia, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Me llamo Silvia Román Suero y trabajo actualmente como Profesora Titular en el Dpto. de Física Aplicada de la Universidad de Extremadura. Si tengo que decir algo sobre mí puedo destacar lo importante que es para mí la familia y las buenas amistades, y lo que disfruto viajando, escuchando música y haciendo bricolaje. En el sentido de cosas que me hacen feliz, está también sin duda la pasión que siento por la docencia y la investigación.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
Creo que lo primero que quise ser de pequeña era astronauta; recuerdo que me gustaba comprar revistas del Cosmos, me apasionada todo eso de los agujeros de gusano y los viajes en el tiempo. Quizá fue esa la semilla que me hizo que la Física me empezase a llamar la atención, y después la química, las matemáticas y las ingenierías,…en realidad, cuando llegó el momento de decidir me di cuenta de que no tenía ninguna idea clara!. En el fondo lo que quería era irme fuera de mi ciudad, así que me planteé todo tipo de opciones (psicología, traducción, publicidad,…). Viví aquello con una indecisión tremenda, y al final, sensatamente, en casa, me sugirieron que ya que no tenía vocación empezase por estudiar algo que tuviéramos en la Universidad de Extremadura. Así me matriculé en Ingeniería Química (en la Facultad de Ciencias), que parecía tener un poco de todo. Ciertamente la carrera me gustó y la disfruté, y a medida que fue transcurriendo el tiempo me vi a mí misma trabajando en proyectos, lejos; tenía ganas de viajar a otros países.
Así, empecé mi trayectoria profesional trabajando en la empresa ROCHE DIAGNOSTICS en Munich, donde descubrí que aquello no era lo que había imaginado ¡no me gustaba nada!. Tras seis meses, aún estando allí, decidí matricularme en los cursos de doctorado de la Universidad de Extremadura y me volví a Badajoz. Estuve un periodo dedicada a estudiar inglés, a hacer los cursos de doctorado y a trabajar para ganar algo de dinero en lugares diversos (restauración y clases particulares).
Surgió con uno de los profesores del Doctorado, que estaba en Industriales y al que no conocía de nada, la posibilidad de un contrato como técnico por 3 meses, y lo cogí. Se trataba de trabajar utilizando residuos de biomasa para producir carbón activo y diseñarlo específicamente para retener isótopos radiactivos; era el marco de un convenio de investigación con la Central Nuclear de Almaraz. No me enganchó de forma drástica, al principio; lo vi como una herramienta temporal mientras encontraba mi sitio. Pero el tiempo fue pasando y no sé si me enamoré más de mi trabajo o del equipo de compañeros y compañeras. Encontré todo el sentido a lo que investigaba y a su utilidad para la sociedad, me apasioné con la libertad y diversidad que implica el trabajo de investigación. Fueron años donde obtuve varias becas para ir desarrollando la tesis, varias estancias internacionales (Portugal, Argentina, Nevada…) y también fui enganchando plazas como profesora sustituta en diversas áreas. Conocí a personas increíbles que me enseñaron y me inspiraron, aprendí los valores que quería tener y también los errores que no quería cometer. Lo que iban a ser 3 meses, son a fecha de hoy ya 18 años.
Hoy siento que he tenido mucha suerte y que el esfuerzo realizado se ve colmado con creces con la felicidad que me da el trabajo.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
Mis logros profesionales creo que están en correspondencia con la trayectoria que he tenido; me explico, el comenzar en la carrera de investigación como yo lo hice, desde una beca predoctoral de 4 años, es un regalo que te permite dedicarte a full a la labor de leer, experimentar, re-experimentar, y volver a leer, y obtener productividad científica (artículos, ect.). Eso y el haber tardado en conseguir una plaza me llevó además a disfrutar becas adicionales y hacer estancias en otros Centros, y así considero que el camino para crecer como investigadora se hace con bastante agilidad. En este sentido, he podido ser Investigadora Principal de proyectos nacionales y regionales y de convenios con empresas, y participar como colaboradora en redes internacionales que me han nutrido para ser autora de más de 70 papers (en el 75% entre Q1 y Q2), así como obtener varios premios de investigación. Recalco en este punto que esto es el resultado de haber podido estar siempre en lo mismo, y no, como otros compañeros y compañeras, saliendo y entrando de la universidad o entrando directamente como profesores (incluso a tiempo parcial, compaginando con un trabajo fuera); para las personas que han tenido un vínculo no permanente o parcial con la UEx, el esfuerzo es tremendo y merece una valoración superior.
En cuanto a la docencia, para mí el aprendizaje de las materias que imparto ha sido también gradual, con dificultad creciente, pero siempre con mucha ayuda por parte de mis compañeros y compañeras; no puedo estar más agradecida por ello. He tenido mucha suerte. Actualmente imparto docencia en asignaturas del ámbito de la física y la energía (termodinámica, ingeniería térmica, instalaciones industriales, termosolar, biomasa,…). He recibido el premio a la excelencia docente y varios premios vector otorgados por el Consejo de Alumnos de la escuela de Ingenierías, mediante votación anónima del alumnado.
¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:
Si pudiera dar un consejo, sería el de hacer lo posible por hacer lo que se desea, y no desesperar si no se sabe qué se quiere hacer o a dónde ir. Yo recomiendo moverse en cualquier dirección (que sea medio sensata… o no!) e ir encontrando respuestas mientras se hacen cosas.