Guadalupe, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Hola! Soy Lupe Cabezas. Nací, vivo y trabajo en Extremadura. Estudié Ingeniería Industrial y actualmente soy Catedrática de Mecánica de Fluidos. Llevo más de veinte años trabajando como profesora en la Universidad de Extremadura, pero también he trabajado como ingeniera en algunas empresas como Cristian Lay, Ondupack o Novadelta, desarrollando proyectos para mejorar algunos de sus procesos.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
La verdad es que yo siempre he tenido claro que quería ser profesora. Recuerdo que, en el colegio, una maestra me pidió que ayudara a una compañera de clase que tenía problemas con las matemáticas, y a mí me encantó hacerlo. Desde entonces, lo tuve claro.
Estudiar Ingeniería Industrial fue una decisión basada en lo que me gustaba y se me daba bien. Siempre me han gustado las matemáticas, la física, y enfrentarme a problemas y retos, así que, decidí estudiar Ingeniería Industrial. Aunque había quién decía que era “poco de chicas”, mi madre me animó mucho a estudiar Ingeniería porque decía que los talentos hay que aprovecharlos. Ella era maestra de profesión, y disfrutaba mucho de serlo. Pero no pudo elegir profesión en su momento. Estudió lo que en esa época le correspondía por ser mujer. ¡Qué de talento se habrá desaprovechado por ese motivo!.
He disfrutado mucho con mi trabajo en las empresas. Pero para mí, trabajar como profesora en la Escuela de Ingenieros Industriales, es un sueño cumplido. Me encanta participar en la formación de otros profesionales. Me parece que así, mi trabajo da frutos a través de ellos.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
En el primer trabajo que solicité, me excluyeron por ser mujer. Pero desde entonces, he tenido la suerte de trabajar en ambientes en el que nadie me ha tratado diferente por serlo. Sin embargo, como para la mayoría de las mujeres, la etapa en que mis hijos eran pequeños ha sido difícil. He tenido que acomodar mi esfuerzo laboral a mis condiciones personales, y me he visto obligada a renunciar a ciertas oportunidades que mis compañeros con hijos han podido aprovechar. Las mujeres solemos estar más dispuestas a hacer renuncias en el trabajo por nuestras familias.
En la Universidad, doy clase a los futuros ingenieros e ingenieras de la rama industrial, y también investigo en microfluídica. Concretamente observando cómo fluyen los líquidos en micro-dispositivos (dispositivos de pequeño tamaño, con longitudes menores a 1 mm). Para mí, la investigación es un desafío, una oportunidad de trabajar con problemas complejos. Colaborar con otros investigadores permite que aprendamos mucho más que con un trabajo individual. Particularmente, he tenido mucha suerte con mis compañeros y colaboradores. He trabajado mucho para llegar a donde estoy, pero sin duda, no lo habría logrado sin las personas con las que he trabajado.
En las áreas de Ingeniería, y particularmente, de Mecánica, la proporción de mujeres es realmente baja. Por ese motivo, me siento especialmente orgullosa de ser la tercera mujer en España que consigue ser Catedrática en Mecánica de Fluidos. No me cabe duda de que, antes que yo, ha habido otras muchas mujeres capacitadas para llegar a serlo. Pero que no han podido porque les desanimaron, o incluso les impidieron dedicarse a esto. Pero afortunadamente, los tiempos cambian. Y las mujeres pueden estudiar lo que deseen.
¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:
Que nadie te diga a qué puedes o no dedicarte. Elige trabajar en algo que te apasione, para lo que tengas capacidades, pero que también te suponga un reto personal. Conseguir las cosas con esfuerzo proporciona una gran satisfacción.