Federica Marinaro – Investigadora Postdoctoral en el INIA-CSIC

Federica, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:

Soy biotecnóloga, investigadora y apasionada de comunicación y divulgación de la ciencia. Nací en el sur de Italia y estudié Biotecnología en la Universidad de Módena y Reggio Emilia (Italia) y luego un máster en Biotecnología de la Reproducción en la Universidad de Téramo (Italia).

En junio de 2017 obtuve una beca Erasmus + para realizar unas prácticas de dos meses en las Unidades de Terapia Celular y Reproducción Asistida del Centro de Cirugía de Mínima Invasión “Jesús Usón” (CCMIJU) de Cáceres. Durante mi estancia, tuve la oportunidad de aprender muchísimo el “arte” de la investigación, con las mejores personas y los mejores profesionales, lo que me llevó a solicitar una ampliación de la beca por dos meses adicionales.

Después de cuatro meses de Erasmus+ Prácticas en las Unidades de Terapia Celular y Reproducción Asistida del Centro de Cirugía de Mínima Invasión “Jesús Usón” (CCMIJU) de Cáceres, obtuve un puesto como investigadora predoctoral en la Unidad de Terapia Celular del CCMIJU y me matriculé en el Programa de Doctorado en Biología Molecular y Celular, Biomedicina y Biotecnología de la Universidad de Extremadura. Mi proyecto de doctorado se tituló «Terapias basadas en células madre y vesículas extracelulares: caracterización y aplicaciones en modelos animales» y estudié el efecto de las células mesenquimales estromales (MSC) y de los factores que ellas producen sobre el desarrollo embrionario, las hernias y el infarto de miocardio. Durante mi doctorado, realicé también unas estancias de tres meses en el grupo de investigación 3B’s de la Universidad de Minho (Portugal).

Después de defender la tesis, por la cual recibí el Premio Extraordinario de Doctorado en el campo de la Biomedicina, fui contratada en la Unidad de Terapia Celular del CCMIJU como investigadora postdoctoral. Sin embargo, después de pocos meses, conseguí un contrato postdoctoral en la empresa farmacéutica Takeda (Madrid), para investigar los mecanismos moleculares que subyacen a la terapia con MSC aprobada por la EMA, Alofisel®. Desde el 2023, soy investigadora postdoctoral «Juan de la Cierva formación» en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En esta etapa, me estoy dedicando al desarrollo de organoides endometriales murinos para estudiar la interacción materno-embrionaria durante las primeras fases del desarrollo. También, estoy investigando cuál el papel de una proteína en el desarrollo de defectos en la espermatogénesis y del trastorno por déficit de atención e hiperactividad en ratones. Creo firmemente en la importancia de devolver la ciencia a la comunidad, y como resultado, desde 2018, participo activamente en la iniciativa «11 de Febrero – Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia» y otras iniciativas de divulgación científica y colaboro como autora en la revista «The Conversation España».

Mi pasión por la comunicación de la ciencia y mis ganas de seguir formándome, me llevaron a inscribirme en septiembre de 2023 en un Curso de Experto Universitario en Comunicación Pública, Divulgación Científica y Asesoramiento Científico en la Universidad Autónoma de Madrid.

¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:

Desde pequeña, tuve claro que quería ser científica. Mi sueño era poder ayudar a pacientes cuyas enfermedades aún no se conocieran o cuyas terapias no hubieran sido descubiertas.

Elegí mi profesión de investigadora porque es la manera más inmediata para contribuir a la generación y a la aplicación del conocimiento.

Me imaginaba desarrollando el trabajo que realizo hoy. He cumplido exactamente con mis sueños y expectativas de cuando era niña y adolescente.

Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:

Sobre los logros, puedo destacar el haber llegado hasta aquí gracias a una serie de hitos concretos, como las publicaciones científicas, las participaciones en congresos, las charlas y las ponencias que he realizado. Sin duda, ninguno de estos logros habría sido posible sin el apoyo invaluable de los equipos de profesionales que me han acompañado y guiado en este camino, sobre todo el equipo de la Unidad de Terapia Celular del CCMIJU de Cáceres y mis mentores Javier García Casado y Beatriz Macías García de la Universidad de Extremadura.

En cuanto a las dificultades, mi trayectoria habría sido muy diferente si no hubiera dejado Italia para venir a España. Adaptarme a un entorno muy diferente al que estaba acostumbrada, donde se hablaba un idioma que no conocía, no fue fácil. Afortunadamente, pude contar con un entorno profesional excepcional que me ayudó a superar este obstáculo. Otra dificultad que enfrento es la complejidad de trabajar en investigación debido a la precariedad y la inestabilidad de esta profesión. Aunque estoy muy contenta de haber alcanzado mis metas y me apasiona lo que hago, es complicado avanzar en este campo. Las convocatorias excesivamente competitivas a menudo conducen a contratos precarios y mal remunerados, dificultando el equilibrio entre la vida personal y profesional.

¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:

Es crucial seguir visibilizando a las mujeres que trabajan en las áreas STEM. Durante mucho tiempo, a las niñas les han faltado referentes y no han sido debidamente inspiradas para considerar carreras científicas. Las profesiones no tienen género y esto en 2024 deberíamos tenerlo claro. Para lograr una verdadera equidad de género en la ciencia y en la vida, es necesario trabajar activamente en cambiar percepciones y eliminar barreras.