Beatriz, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Soy Beatriz Cercas, una mujer de 47 años, madre de una joven de 18 años, mujer de izquierdas y feminista. Nací en Cáceres y vivo en Cáceres y salvo para cursar un Erasmus en Lisboa, siempre he vivido aquí.
En la actualidad además soy concejala en la oposición de mi ciudad.
Con respecto a mis estudios, soy Licenciada en Derecho por la Universidad de Extremadura, Experta jurídica en Migraciones Internacionales y Extranjería por la Universidad Europea de Madrid, Agente de igualdad por la Universidad Complutense, mediadora Civil, Mercantil y Familiar por la Universidad Rey Juan Carlos y docente de la Formación profesional para el empleo presencial y teleformación.
Mi trabajo se divide en asesoramiento jurídico a cualquier víctima de vulneración de derechos humanos, a colectivos migrantes y refugiados y a mujeres y niñas victimas de violencias machistas.
También soy formadora para diferentes entidades y administraciones como la Academia de Seguridad Pública de Extremadura o Diputación de Cáceres.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
A mil cosas antes de cursar Derecho, yo estudié bachillerato por ciencias, quería ser bióloga marina, geóloga, reportera del National Geographic,… pero lo que siempre estuvo presente fue la cooperación (aunque en esa época se hablaba más de las misioneras y tenía cáracter religioso).
Por circunstancias de la vida, terminé estudiando Derecho en Cáceres y lo único a lo que quería dedicarme es a lo social, a la defensa de los Derechos Humanos y a combatir la injusticia (idealista y pretenciosa como buena estudiante).
Nunca quise ejercer como abogada, salvo si era para la defensa de los colectivos más desfavorecidos. Comencé a formarme en igualdad y en feminismo hace 20 años y no he podido parar.
No soporto las injusticias, y que los colectivos más desfavorecidos no tengan voz. Si no conoces tus derechos nunca los podrás ejercer y esa, es mi labor y a lo que me dedico, a asesorar y formar a la ciudadanía y profesionales, desde diferentes ámbitos y bajo el prisma de los derechos humanos.
Por otro lado, asesorar a los colectivos más vulnerables y reivindicar sus derechos para poder ejercer una verdadera ciudadanía.
Y en particular a las mujeres y niñas que ven como son violados sus derechos más fundamentales y que sufren todo tipo de violencias machistas, en concreto trabajo con mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja, víctimas de la explotación sexual y la trata, víctimas de la explotación laboral y mutilación genital femenina.
Entre las millones de cosas que he comentado que quería realizar, estaba la lucha contra la injusticia y la desigualdad, con lo cual, creo que más o menos guarda coherencia, he sabido enfocar los estudios realizados a mi carrera profesional.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
Cuando trabajas con colectivos desfavorecidos, con personas que han sido forzadas a dejar sus casas, sus países, violadas, cualquier pequeño logro, es una victoria,
Conseguir que una persona tenga su permiso de residencia y pueda ser ciudadano de primera, que pueda trabajar, conseguir que una mujer salga de una relación de maltrato, conseguir que en un aula, el alumnado entienda qué es la trata con fines de explotación sexual o por qué hay que conocer las historias de vida de los/as nuevos compañeros/as del colegio, es una victoria.
Dificultades muchas, trabajo en una ONG, por tanto, desde las dificultades económicas y financieras hasta la falta de comprensión por trabajar por los derechos humanos y reivindicar los derechos de los colectivos más desfavorecidos y luchar por la equidad, que no siempre se entiende. Porque para que todos y todas tengamos los mismos derechos y oportunidades muchas y muchos deben de dejar de tener ciertos privilegios.
¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:
Que empaticemos, que seamos más sororas como personas, que entendamos que, tal y como está establecida la sociedad, es insostenible y pronto será incompatible con la vida para muchas personas.
A nivel personal, como mujer, mi sugerencia es la misma, más sororidad, alegrarnos y potenciar los logros de las compañeras, desterrar prácticas patriarcales que son jerárquicas y de competitividad entre nosotras y mayor labor comunitaria.