Elisa, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Soy Elisa Parejo, extremeña. Por razones laborales he vivido en diferentes países y ciudades. Desde el compromiso con Extremadura formo parte del grupo de Mentoring Extremadura. Soy socia fundadora de Tree Overall Efficiency S.L., una consultoría de Tecnología, Estrategia y Operaciones que tiene como visión «Hacer más competitivo y sostenible el ecosistema productivo» a través de esas tres palancas de crecimiento. Actividad que compagino con la docencia en grandes instituciones y escuelas de negocios.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
Es muy difícil hablar de uno mismo. Voy a hablaros de donde empezaron mis sueños y cómo han ido transitando hasta la mujer que soy. Era una niña a quien le gustaba la física y la matemática. Quería cambiar el mundo y elegí la ingeniería. Así me gradué en ingeniería industrial, que completé con un máster en organización industrial.
Como hablaba varios idiomas, empecé trabajando en una multinacional francesa y ahí me di cuenta de la necesidad del data driven. Por aquel entonces ni siquiera se le ponía nombre. Hablamos del final de los 90. Y ahí empezó un camino que he llevado hasta el día de hoy: dirigir empresas industriales por diferentes países mediante el gobierno de datos. Y que ahora ejerzo a través de mi propia empresa.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
Si es difícil hablar de uno mismo y aún más difícil hablar de los logros propios, porque desde mi perspectiva los logros no son más que estaciones en el camino. He pasado por numerosas empresas y posiciones y creo que el desafío ha sido entender las necesidades y gestionarlas de una forma totalmente innovadora. Claro que mi elección suponía dificultades; estar en un entorno muy masculinizado y de mayor edad, te hace ser un unicornio, y la diferenciación es siempre compleja. Los ambientes laborales industriales suelen ser conservadores y la aceptación de nuevas formas de gestión, cuando son admitidas, lo son con cierto excepticismo. Si además eres mujer, mucho más joven e ingeniera, el excepticismo aumenta. Así que tienes que dar más, ser más y no puedes evitar ser permanente cuestionada. Si el éxito es haber llegado donde quieres o tener el reconocimiento en tu función, sí he tenido éxito. Pero el éxito no es esto, el éxito es la libertad de elegir lo que quieres ser y tener la capacidad de desarrollarlo con integridad.