Graciela, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Hola, soy Graciela, Informática por la Universidad de Extremadura. He desarrollado mi carrera desde desarrolladora de software hasta la actualidad como Product Owner de productos tecnológicos en Corunet by Sngular. También en el pasado tuve mi propia empresa, Tuvika, donde nos dedicábamos al desarrollo web, marketing y seguridad online.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
Desde niña, siempre tuve claro que quería ser empresaria, pero, a medida que crecí, terminó por llamarme la atención la informática y todas sus salidas profesionales.
Creo que la profesión me eligió a mí, de alguna manera. Empecé desarrollando software y con el paso del tiempo transité a la gestión de proyectos.
He tenido la suerte de ir pivotando por las diferentes etapas que componen un proyecto tecnológico, desde la concepción hasta el producto final, y me gusta tener esa visión global. Es similar a montar un rompecabezas con sus diferentes piezas hasta ver el resultado final.
Puede que sí me imaginara desarrollando el trabajo que hago hoy, ahora estoy trabajando con las dos facetas que he desarrollado, la empresaria y la tecnóloga. Aunque en estos momentos me encuentro muy enfocada en productos digitales, no descarto en un futuro volver a tener una empresa propia, quizás cuando mi etapa de maternidad me lo permita.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
En parte, la adaptación a los distintos roles que he ido asumiendo (desarrolladora, comercial, gestora, delivery, operaciones, etc.) ha sido origen de muchas de las dificultades que me he encontrado. Pero también ha sido un escollo mi propio síndrome del impostor, con el que voy luchando cada día.
Respecto a mis logros, ha sido paso a paso poder superar las dificultades que se han ido presentando en mi carrera como por ejemplo: Aprender a vender, a relacionarme con proveedores y clientes, gestionar equipos, darme cuenta que cada proyecto tecnológico emprendido tiene sus propias características, casuísticas y dificultades.
¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:
No alimentes tu síndrome del impostor. Créete que si estás donde estás es porque lo vales y porque te lo mereces. Y si algún día te ataca sin motivo alguno, respira y observa todo el camino desde donde empezaste hasta donde estás y siente todo el vértigo del camino recorrido.