Patricia, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Soy Patricia Nieto Valiente. Nací, residí y estudié en Plasencia hasta que me trasladé a Madrid para iniciar estudios universitarios. Aunque trabajo en Madrid, afortunadamente puedo pasar bastante tiempo en Plasencia y ahora con dos hijos, es el mejor regalo que les puedo dar. Estar cerca de sus abuelos.
Estudié Ingeniería Técnica Aeronáutica y posteriormente Ingeniería de Organización Industrial. Me gusta mucho investigar temas de mi interés, a veces sin llegar a nada y otras descubriendo auténticas vetas de conocimiento que me hacen activar la mente y la creatividad. En general descubro las cosas tarde, cuando aparecen espontáneamente delante de mí. Soy claramente una «late adopter», incluso una «never adopter» de según qué caso.
He opositado dos veces y dos plazas en la Administración General del Estado tengo, si bien solo ocupo una, por imposibilidad de cobrar dos salarios a cargo del Presupuesto General del Estado. Fue duro el proceso, pero disfruté enormemente de aprender y entender tantas cosas desconocidas, pero, sobre todo, de crear mi propia metodología de estudio, que, por supuesto ,fue de todo menos estructurada. Tengo una lucha constante por ir un poquito más allá. Siempre tengo la sensación de que hay algo más que todavía no he descubierto.
Trabajo en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, en concreto, en el seguimiento económico y evaluación del rendimiento de los servicios de navegación aérea españoles. Este trabajo me ha permitido madurar y afrontar aspectos que quería mejorar tanto en lo personal como en lo laboral. Me gusta mucho la faceta internacional, pero también la comunicativa que he tenido que desarrollar. Todavía me queda mucho por mejorar, como a todo el mundo, pero tengo energía y ganas por continuar en ello.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
Con 18 años no sabía a qué quería dedicarme. Lo que me atraía de la titulación era simplemente el alto contenido en matemáticas, física, química y dibujo técnico y por qué no decirlo, me parecía un reto que quería probar a superar.
Me especialicé en Aeropuertos y Transporte Aéreo y durante 12 años estuve trabajando en esta rama, pero en 2017 aprobé las oposiciones para entrar a trabajar en AESA – Agencia Estatal de Seguridad Aérea y vi la oportunidad de cambiar de tercio. Pasé a la rama de Navegación Aérea, pero no a cuestiones muy técnicas, sino al área de seguimiento económico y evaluación del rendimiento de los servicios de navegación aérea, donde he podido poner a funcionar lo aprendido en Ingeniería de Organización Industrial.
Creo que no me he imaginado nunca trabajando en ningún sitio concreto. Aunque sí imaginé trabajar en el extranjero y es algo que no he hecho todavía. Por el momento, con la componente internacional que tiene el puesto que ocupo me voy saciando.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
El mayor logro fue terminar los estudios de Ingeniería Técnica Aeronáutica. Superado esto, lo demás ha sido «fácil», en comparación. El siguiente logro fue aprobar la segunda oposición que hice. Estaba muy orientada a licenciados en Derecho, pero más del 50% del contenido era de Derecho aeronáutico, probé suerte… y me tocó el Gordo.
Las mayores dificultades que he encontrado en mi carrera profesional proceden de mi interior. Por supuesto, que me he encontrado con gente que no me ha ayudado e incluso ha puesto palos a mi rueda, pero no han sido la verdadera razón de las dificultades encontradas. Un antiguo compañero de trabajo me dio un día su clave: mejor pedir perdón que pedir permiso.
¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:
No es verdad que un tonto callado pasa por prudente… Un tonto callado nunca aprende, nunca consigue superarse y ponerse en su lugar. Más vale equivocarse que no hacer nada. De modo que mi sugerencia es que mejor despojarse de la vergüenza y de la inseguridad ante la posibilidad de cometer un error y lanzarse a preguntar, opinar y a hacer aquello que creemos que no sabemos hacer.