Lourdes, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Hola. Soy Lourdes Vega, Catedrática de Ingeniería Química y Directora y Fundadora del Centro RICH, en la Universidad de Khalifa, donde trabajamos en buscar soluciones para el desarrollo y la implementación de energías sostenibles.
Extremeña de nacimiento, y la séptima de nueve hermanos, mi trayectoria profesional abarca tanto el mundo académico como el industrial en distintos continentes, siempre buscando soluciones para mejorar el medio ambiente, y formar a nuestros futuros líderes.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
De pequeña me gustaba absolutamente todo, era una niña bastante inquieta. Puede que quisiera ser astrofísica sin saberlo, pues las estrellas (y los cielos de Extremadura) me fascinaban, pero también quería ser pintora y escritora. Ya en el instituto pensé que quería ser profesora de física en secundaria, me apasionaba la física, y veía que a mucha gente no le gustaba porque no la entendía, no porque no fuera interesante. Pero también quería ser arquitecta (me encantan los edificios, la decoración, el diseño, crear, en general), historiadora (otras de mis pasiones), o incluso filóloga (también me gusta aprender idiomas y la cultura que hay detrás de ellos). Con gustos tan dispares no me resultó fácil decidirme, me decanté finalmente por estudiar física, pues lo de arquitectura se truncó al no haber podido estudiar dibujo técnico en el instituto (una larga historia que no viene al caso), y pensé que estudiaba física «ahora o nunca», mientras que las otras cosas las podría estudiar o dedicarme a ellas más adelante.
Al llegar a la universidad me di cuenta de que me gustaba mucho la docencia, pero me gustaba más la investigación. Así que, decidí que, si podía, quería ser investigadora científica y profesora en la universidad, y ¡en ello sigo!, aunque, lo que hago ahora está muy alejado de lo que comencé originalmente. Cuando decidí estudiar física y hacer el doctorado, nunca imaginé que acabaría dando vueltas por el mundo investigando en temas tan relevantes para la sociedad como en los que trabajo ahora, ya que empecé viendo cómo interactúan las moléculas y haciendo cálculos en un ordenador, muy alejado de buscar soluciones tecnológicas aplicables a problemas medioambientales y de energía a los que me dedico actualmente.
Ni pasó por mi cabeza que fundaría centros de investigación internacionales, ni que pasaría una buena parte de vida trabajando en el mundo empresarial, o que formaría parte de consejos de administración de empresas punteras en España, ni tantas otras cosas que han ocurrido a lo largo de mi vida profesional, todo un reto y una gran oportunidad. Y por supuesto, cuando llegué a los Emiratos, jamás pensé ni de lejos, que la Ministra de Ciencia del país me nombraría una de los cinco miembros de su comité científico asesor, ni que me concederían una de las primeras visa de oro para animarme a que me quede y siga contribuyendo en estos temas.
En definitiva, elegí mi profesión porque me gustaba la física y creía que podría enseñarla a otros, y ahora me dedico a temas de ingeniería relacionadas con el medio ambiente, en otro país y con gente de todas partes, además de asesorar a empresas y otras instituciones. Ha sido el trabajo diario constante y la audacia (o temeridad) de no haber dicho que no a las oportunidades que han ido surgiendo, junto con el apoyo de mi familia, y de todos los que han creído en mí, los que me han llevado a estar donde estoy hoy.
No me arrepiento del esfuerzo que ha supuesto todo ello, ni de las decisiones tomadas, algunas de ellas muy arriesgadas, como dejar una plaza de funcionaria en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas para irme al mundo empresarial, o venirme a vivir y trabajar en los Emiratos; al mirar atrás veo que he aprendido mucho en el camino, he conocido a gente maravillosa y he ido dejando una huella, no importa si grande o pequeña, pero que puede ayudar a otras a seguir esta senda.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
Esta pregunta es difícil de contestar. Los logros y las dificultades que los demás ven no son quizás los que una considere como tales a nivel personal… En cuanto a los logros profesionales, podría nombrar, entre otros, el reconocimiento de colegas y de instituciones por las contribuciones realizadas en temas de energías limpias y productos sostenibles, que se han plasmado en varios premios de prestigio, tanto en España como internacionalmente, como, por ejemplo, el premio de la Fundación BBVA y la Real Sociedad Española de Física en Física, Innovación y Tecnología, o la Medalla a la Excelencia Científica otorgada por el Jeque Mohamed Bin Rashid, Emir de Dubai y Vicepresidente de los Emiratos Arabes Unidos, entre otros.
También creo que es un logro el haber contado con la confianza de las instituciones en las que he estado para otorgarme la responsabilidad de fundar y dirigir centros de investigación en temas tan relevantes como las energías limpias, la descarbonización, hidrógeno, etc., y de que estos centros hayan atraído a gente de prestigio que están desarrollando en ellos su carrera profesional, con importantes contribuciones para mejorar el medio ambiente.
A nivel personal, creo que un logro muy importante es el respeto que mis colegas muestran por el trabajo realizado y que seguimos llevando a cabo, también el ver que investigadores jóvenes, y sobre todo mujeres, se acerquen a mí a pedir consejo, señal de que valoran mi opinión. Finalmente, creo que otro logro importante es formar parte de consejos de administración de empresas y asesora de centros de investigación internacionales y del consejo científico asesor de los Emiratos, viendo que se valora la formación técnica y visión para temas estratégicos.
En cuanto a las dificultades, ahí están, han estado y estarán. Las dificultades no pueden ignorarse, de lo contrario pueden convertirse en un muro infranqueable, que nos desaniman, e incluso llevarnos a tirar la toalla. Nombraré algunas de las que yo he ido encontrando a lo largo del camino: por ejemplo, aunque la investigación dé satisfacciones cuando logras un resultado novedoso, o un producto que puede salir al mercado y mejorar la calidad de vida, en realidad la investigación genera muchas más frustraciones que éxitos, hay que trabajar mucho y duro, y explorar muchas opciones, para tener resultados relevantes y que sean reconocidos, por tanto, el trabajar sabiendo que muchas cosas no saldrán es una dificultad con la que hay que contar, y también que es un trabajo que no se acaba nunca, y a muchas veces requiere que trabajes «fuera de horas de oficina».
También he encontrado dificultades a nivel de instituciones y de equipos de trabajo. Empezando por las caras de sorpresa de mucha gente que conociendo mi trabajo al verme en persona exclamaban: «¡pero si eres una mujer!», como si no fuera posible (tengo que reconocer que disfruto cada vez que lo escucho, aunque ya cada vez menos). Por otra parte, las relaciones humanas son siempre fascinantes, pero complejas. No es fácil crear grupos de trabajo multidisciplinares y multiculturales, y menos dirigidos por una mujer. Eso, que solía ser una barrera cuando empezaba, se supera cuando ven que eres profesional y que valoras el buen trabajo, con independencia de quién lo lleve a cabo. En ese sentido, creo que me ha ayudado intentar conocer a cada uno y fomentar actividades que nos unieran como equipo, y he aprendido mucho de gente tan diversa, sobre todo a ser flexible. Otra dificultad importante que no se puede ignorar es compaginar la vida profesional con la vida familiar: soy esposa y madre de tres hijos, y a pesar de que para mí la familia es lo primero, ha habido ocasiones en las que he tenido que sacrificarme yo, y sacrificar a ellos, por temas de trabajo (reuniones, viajes, etc.). No es fácil y requiere un ejercicio de priorización continuo, además de hablarlo y procurar decidirlo entre todos. En ocasiones también echo de menos a nuestra tierra, nuestra gente, amigos y familia. Procuro estar a su lado siempre que puedo, pero no es tanto como me gustaría; intento compensarlo con los medios que afortunadamente tenemos ahora para comunicarnos, no importa donde estemos. Y finalmente, me gustaría tener más tiempo para dedicar a mis otras pasiones, el arte, la literatura, viajar por placer (y no por trabajo), etc., siempre digo que las 24 horas que tiene un día se me hacen pocas para todo lo que quiero hacer.
¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:
El primero y más importante: ¡cree en ti misma, sueña en grande y pon los medios a tu alcance para conseguir esos sueños! Sé flexible, sé audaz, sé osada y sé humilde. El mundo es de los audaces, las dificultades son siempre una oportunidad para superarse y crecer, y de los fracasos también se aprende. No importa a qué te dediques, lo importante es que pongas todo tu talento y tu energía en ello, y, si al final ese esfuerzo contribuye a poner un granito de arena para conseguir un mundo mejor y más sostenible para las generaciones futuras, mejor que mejor.