Marta, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Mi nombre es Marta Navarrete Llinás, soy licenciada en Química por la Universidad de Extremadura. Siendo estudiante universitaria y de la mano del Profesor Joaquín Espinosa, empezó mi interés por la investigación, lo que me hizo obtener el grado de Química-Cuántica en la misma universidad obteniendo la máxima calificación posible, Sobresaliente Cum Laude por unanimidad. La reconocida frase de Santiago Ramón y Cajal “Mientras el cerebro sea un misterio, el universo continuará siendo un misterio” unida a mi perpetua ambición por descubrir cosas nuevas, me impulsó a dar un cambio drástico. Así, me incorporé al Instituto Cajal (CSIC), donde obtuve el doctorado en neurociencias por la Universidad Autónoma de Madrid, con los máximos honores. Después de una profundo reciclaje científico desde la Química-Física a la Neurociencia, mi trayectoria científica se centró –y sigue hasta nuestros días- en el estudio del papel de las células de la glía en la modulación de la función de la red sináptica y neuronal.
He cursado varias estancias en el prestigioso centro de Neurociencia, Albert Einstein College of Medicine en Nueva York, he obtenido diferentes premios, destacando el IV Premio Olympus para Jóvenes Neurocientíficos, que otorga la Sociedad Española de Neurociencia, el Premio LÓreal-Unesco for Woman in Science, Red Leonardo de la fundación BBVA o el concedido por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, entre otros, y he sido invitada a impartir conferencias en congresos internacionales de prestigio como Gordon Research Conference, FENS, Euroglia, IBRO, ISN-ASN,…
En la actualidad, soy científica titular en el Instituto Cajal y lidero el grupo «Plasticidad sináptica e interacciones entre astrocitos y neuronas» financiado por diferentes proyectos de investigación con diferente índole. Soy profesora en diferentes máster de neurociencias y farmacología. Pertenezco a la junta directiva (elegida por votos entre los socios) de la Sociedad Española de Neurociencia y de la red glial Española. Actúo como árbitro en revistas especializadas (Science, Nature Communications, J. Neurosci, Nature Neroscience, Glia, Cerebral Cortex, PLoS One…), reviso propuestas de subvención para agencias reconocidas (ANEP, Fonds National Suisse (FNS, Suiza), L’Agence Nationale de la Recherche (ANR, Francia), Israel Science Foundation (ISF, Israel)…) y lo más importante, soy madre de Vicente y Julia.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
Desde muy pequeña tenía claro que quería ser científica, mi madre dice que cuando era pequeña mi obsesión era mezclar cosas para que saliese humo. He tenido la suerte de estar rodeada de científicos que me han animado a ser lo que soy ahora, estos son mis profesores de las materias de ciencias y mi familia. Fueron ellos los que me brindaron un apoyo incondicional a conseguir mi sueño como profesión: ser científica. Básicamente, siempre he sido una cotilla, y por ello siempre estaba buscando respuesta a mis inquietudes. ¡En mis sueños o pesadillas siempre salía con una bata blanca!, aunque nunca imaginé que sería tan divertido y a la misma vez tan duro. Creo que no tenía mucho margen de error, aunque mis amigas siempre me decían que tendría que dedicarme a la enseñanza. Llegar hasta las neurociencias realmente fue casualidad.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
Centrándome exclusivamente en la ciencia, los trabajos científicos que he llevado a cabo en diferentes instituciones han contribuido a la creación de un nuevo y revolucionario concepto en la neurociencia: la función cerebral es el resultado de la actividad concertada de redes astro-neuronales, es decir, que los circuitos neuronales NO funcionan de forma aislada, revelando una mayor capacidad computacional del cerebro. Esto se traduce en la identificación de elementos celulares y moleculares como dianas para el desarrollo de estrategias terapéuticas en el tratamiento de disfunciones del sistema nervioso.
Las mayores dificultades en mi carrera profesional provienen de la poca financiación en ciencia en general y de la gran dificultad en la conciliación familiar y laboral en España. El período más fructífero de un científico suele coincidir con la época de tener hijos, y en mi caso, cuando tuve mis hijos me penalizaron. Fue una etapa muy dura pero decidí que era necesario que hubiese figuras femeninas en los comité de decisión para poder adoptar una actitud positiva en estos conflictos. ¡Así me propuse otro reto y aquí sigo! Intento visibilizar los problemas de una mujer científica contando mi historia.
¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:
Que creamos en nosotras mismas y en nuestras capacidades. Perseguid vuestros sueños y encontrad respuestas a vuestras curiosidades, nunca es tarde. Todo se consigue con empeño, trabajo, paciencia y pasión.