Sandra, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Trabajo en la Unidad de Oncología Médica del Hospital de Mérida desde hace 15 años. He desarrollado aquí la mayor parte de mi carrera profesional, adquiriendo los conocimientos y aptitudes de una especialidad muy comprometida con la esencia del ser humano. Soy Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada y Médico Especialista en Oncología Médica ejerciendo actualmente en el Hospital de Mérida.
Antes de ello cursé estudios de música en el Conservatorio Superior Victoria Eugenia de Granada alcanzando el título profesional de guitarra.
Siempre fui cantautora, o al menos desde que recuerdo, componiendo mi primera canción a los 10 años.
Mis raíces moran en un pueblo pequeño donde vivía cultivando hortalizas y en contacto con los animales, que han sido mi pasión desde siempre.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
De pequeña quería ser veterinaria. Pero quiso el destino que mi mirada tornase hacia la Medicina con la intención de ayudar a las personas a encontrar un mayor bienestar. Durante los años de la carrera descubrí el crisol de opciones que brindaba la asistencia médica y me decanté por la Oncología atraída por su dimensión humana y su complejidad técnica.
Sin embargo, la música siempre fue de la mano de mi desarrollo profesional, acompañándome en cuantas actividades emprendía. Desde recibir clases de música creativa en Londres hasta participar en eventos más íntimos cantando mis propias composiciones.
La llegada al campo fue lo más reciente pero no por ello menos importante.
Por eso hoy soy una profesional que comparte su vocación sanitaria con su vocación creativa, cumpliendo un sueño de infancia de vivir en contacto con la naturaleza y los animales, así como comprender y acompañar al ser humano en su proceso de enfermedad.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
El logro más importante ha sido ser fiel y constante en las metas que me he propuesto, siempre desde la ilusión y la determinación. Tener claro que la vocación es un camino cambiante y enriquecedor que nos lleva a nuestro lugar en el mundo, allá donde se encuentre. Saber reconocer el momento de tomar decisiones cruciales sigue siendo un desafío para mí, pero a la vez un aliciente para crecer.
¿Qué consejos y sugerencias podrías hacernos?:
Lo que más me ha servido en mi recorrido vital ha sido escuchar mi voz interior. Estamos saturados de ruido y oportunidades, por eso hay que encontrar el momento de aquietarse y escuchar lo que verdaderamente venimos a hacer. Es muy fácil, no requiere experiencia, se consigue con una sonrisa y un momento de silencio…