Trini, a nosotras nos inspiras, ¿quieres presentarte?:
Soy Trini Pérez Palacios, licenciada en Veterinaria (1999-2004) y doctora por la UEx en el área de Tecnología de los Alimentos. En lo profesional, actualmente soy Personal Docente Investigador en la UEx, que intento conciliar con lo personal, siendo madre de un niño y una niña de 9 y 7 años. Trato de disfrutar todos los días, a diario cuando madrugo, dejo a los niños en el cole y me voy a trabajar, y también durante las vacaciones o los fines de semana, cuando viajo o salgo con mis amigos, pero también cuando saco tiempo para leer o cocinar tranquilamente.
Nací en Cáceres hace 42 años y he vivido siempre en una localidad cercana, Torrequemada. Allí fui al colegio, y desde la misma me desplazaba hasta Cáceres diariamente para ir al instituto, primero, después a la facultad, y es lo que sigo haciendo en la actualidad para ir a trabajar.
¿A qué querías dedicarte?, ¿Por qué elegiste tu profesión?, ¿Te imaginabas desarrollando el trabajo que realizas hoy?:
Desde pequeñina tuve inclinación por las matemáticas, la química y la biología, pero nunca tuve muy claro qué carrera estudiar. Empecé a estudiar Veterinaria porque quería hacer Bioquímica, que en aquellos entonces era una licenciatura de segundo grado (había que cursar tres años de otra carrera de ciencias para después poder optar a la especialización en Bioquímica, que tenía una duración de dos años). Pero al final terminé Veterinaria porque me enganché a la Tecnología y Bioquímica de los Alimentos (mis padres tenían pequeña fábrica de jamones y embutidos y me fascinaba estudiar el porqué de los distintos procesos y las reacciones bioquímicas que se dan en todos estos productos que para mí eran tan familiares).
Además, en el último curso de la licenciatura me ofrecieron la posibilidad de solicitar una beca de colaboración en el área de Tecnología de los Alimentos, la conseguí y ya nunca pude desengancharme.
Cuando inicié mi carrera investigadora hace 20 años ni siquiera consideré la posibilidad de ser docente e investigadora en la universidad. En ese momento, hacer una tesis doctoral en un área que me gustaba ya era algo muy grande para mí, y me centré en sacar el mayor partido posible.
Háblanos de tus logros y de las dificultades que has encontrado en tu carrera profesional:
Siempre lo digo: la investigación es una carrera de fondo, es una larga escalera. Y muchos investigadores se queda en el camino porque cuesta encontrar la estabilidad de contrato en contrato. Esto es especialmente notable en el caso de las mujeres al terminar la tesis doctoral (el porcentaje de hombres que continúan (etapa post-doctoral-reincorporación) y finalizan la carrera investigadora (profesor o investigador titular-catedrático) es superior al de mujeres).
En mi caso, aunque no me puedo quejar, no ha sido fácil. Una vez doctorada, disfruté de una beca postdoctoral de dos años en Oporto. Después volví a Cáceres para reincorporarme en el área de Tecnología de los Alimentos, donde, tras unos años de contrato en contrato temporal, finalmente conseguí una ayuda Ramón y Cajal, una oportunidad que llega para estabilizarte como investigador. Hoy ya soy Profesora Contratada Doctora con acreditación para Titular de Universidad, a la que espero promocionar en no mucho tiempo.