Francesca Pulina – Profesora de italiano en la Escuela oficial de idiomas

Soy Francesca Pulina, profesora de italiano de la Escuela Oficial de Idiomas de Badajoz y siempre he querido ser profesora. Soy italiana, nacida en Cerdeña, y en el 2000 llegué a España. Mi amor por los idiomas empezó desde bien pequeña, hice un instituto de idiomas y luego seguí en la Facultad de Lenguas y Literaturas Extranjeras en la ciudad de Sassari. El español era la lengua principal de mi carrera, por lo que, gracias a una beca, me vine a hacer un curso en la ciudad de Salamanca. Me enamoré de esa ciudad y de la vida en España y decidí (con 20 años) intentar seguir con mis estudios en España. Dejé todo y en septiembre de 2000, gracias a la convalidación de algún examen hecho en Italia, empecé a estudiar Filología Italiana en la Universidad de Salamanca como cualquier alumnos español (lo cual no fue nada fácil), dónde me licencié y conseguí mi suficiencia investigadora en Idiomas Modernos.

A lo largo de mi carrera universitaria y doctorado, he estado trabajando en varios sitios y ámbitos, para poder sustentarme y aunque no fue sencillo, logré alcanzar mis objetivos. Gracias al CAP y a una mujer extraordinaria que fue mi tutora, Magdalena, descubrí que quería ser profesora de italiano para las EE.OO.II. No fue un camino fácil, todo el mundo no paraba de decir que estaba acotando mi futuro laboral, pero a pesar de todos los obstáculos, lo logré. Después de haber trabajado dos años en Castilla y León para el conservatorio de música, academias privadas y servicio de idiomas modernos de la Universidad Pontificia de Salamanca, en 2010 (después de haberme presentado a las oposiciones) llegué a Extremadura y empecé a trabajar en la Escuela Oficial de Idiomas de Badajoz hasta el día de hoy.

Soy una mujer feliz, me siento muy afortunada de hacer el trabajo que me gusta y me siento realizada pero no todo ha sido un camino de rosas. En primer lugar he de destacar que para trabajar en mi especialidad, no ha sido nada fácil. Las convocatorias de oposiciones eran pocas y la oferta de plazas era ínfima, con lo cual la visión de una plaza fija era un sueño casi inalcanzable. Además de esto, el trabajo en las EE.OO.II prevé un horario preferentemente de tarde, así que la conciliación con la vida familiar ha sido siempre compleja. A pesar de eso, y con varias renuncias familiares, he podido realizar mi sueño.

Intento ponerme en discusión y mejorar como docente, participo en proyectos internacionales y proyectos de innovación del centro y, actualmente, formo parte del equipo directivo desempeñando el trabajo de secretaria. Lo de dedicarme a la enseñanza viene de niña, de hecho mi madre cuenta que me rodeaba de muñecos a los que les daba clase y que les decía que yo quería ir a vivir a España, y el destino quiso que fuera así. Mi consejo es escuchar lo que realmente queremos, no hacer las cosas para agradar a los demás, y que aunque las cosas se ponen difíciles a veces, con esfuerzo y sacrificio todo llega. Nosotras somos dueñas de nuestro futuro y somos quienes ponen los cimientos para eso.